La capital catalana será la primera gran ciudad del mundo cardioprotegida en el marco de un proyecto pionero a través de las oficinas de farmacias.
Barcelona, 27 de marzo de 2014.- Medio centenar de farmacias de Barcelona, estratégicamente distribuidas por todos los distritos urbanos, ya cuentan con un desfibrilador portátil a disposición de cualquier persona que ante una necesidad terapéutica precise su utilización ante un episodio cardiaco sobrevenido.
Ésta es la fase preliminar del proyecto ‘Barcelona, ciudad cardioprotegida’, que tiene por objetivo convertir la capital catalana en la primera gran ciudad del mundo cardioprotegida. Este programa está impulsado por la Associació Barcelona Salut (ABS) y Fundació Brugada con la colaboración de la Asociación de Farmacias de Barcelona, y cuenta con el soporte del Ayuntamiento de Barcelona, SEM, Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, y la esponsorización de laboratorios Ferrer y AXA Seguros.
Este proyecto se presentó a finales del mes de marzo en el Ayuntamiento de Barcelona con la asistencia de representantes de todas las administraciones implicadas y presidido por el alcalde de Barcelona, Xavier Trias.
Proximidad y accesibilidad de las farmacias, factores clave
La muerte súbita cardíaca, que en Cataluña provocó más de 3.000 defunciones en 2013, puede afectar a cualquier persona y de forma inesperada. La primera hora desde la aparición de los síntomas viene precedida por la pérdida brusca de conciencia. Se disponen de 10 minutos para actuar e intentar salvar la vida de la persona y de aquí la importancia vital de que el desfibrilador se encuentre tan accesible como sea posible.
El desfibrilador automático es un dispositivo que sólo actúa en caso de necesidad y puede ser usado por cualquier persona aunque carezca de los elementales conocimientos sanitarios pues actúa sólo en caso fibrilación ventricular.
El proyecto se desarrollará en el marco de un estudio científico a dos años avalado por el hospital Clínic de Barcelona. Se inició el pasado mes de diciembre como prueba piloto con la instalación de desfibriladores en medio centenar de farmacias de la ciudad de Barcelona, que se ampliará a cien durante los próximos meses. Tras esta fase preliminar, se iniciará antes del verano la primera fase que incluirá la instalación de 100 nuevos desfibriladores en otras tantas oficinas de farmacia de la ciudad. Se calcula que una vez desplegado el programa en su totalidad (2016) se puedan salvar entre 125 – 150 personas al año.
Esta iniciativa de salud pública ha sido principalmente impulsada por la Associació Barcelona Salut (ABS), entidad sin ánimo de lucro, fundada por 25 conocidos médicos e investigadores (www.barcelonasalut.es). La asociación, constituida hace tres años, realiza diferentes proyecto en el ámbito de la investigación y de la divulgación con el objetivo de promover los hábitos de vida saludables y el mayor conocimiento de la salud entre los ciudadanos.