El jefe de la VII Zona de la Guardia Civil, general Pedro Garrido, y el doctor Luis Donoso, presidente de la Fundación Barcelona Salut, han suscrito el convenio de colaboración para la cesión de tres desfibriladores automáticos portátiles que permitirán a los agentes del Cuerpo atender cualquier episodio cardíaco sobrevenido.
En concreto, estos dispositivos inteligentes de última generación, que sólo actúan en caso de necesidad, se han instalado en zonas sensibles por las que se desplazan a diario miles de personas. Es el caso de los pasos fronterizos de La Jonquera y de La Farga de Moles. En La Jonquera, que soporta un flujo diario de 12.000 vehículos pesados, se ha ubicado un desfibrilador en el edificio de la Aduana, bajo competencia de la Guardia Civil, y se ha cedido un segundo aparato para su instalación en la Comisaría de Policía Nacional. Por lo que respecta a La Farga de Moles, paso fronterizo con Andorra, el dispositivo se encuentra ubicado en el edificio de la Aduana, bajo supervisión de los agentes de Guardia Civil de resguardo fiscal.
No hay que perder de vista que la muerte súbita causa cada año 3.000 fallecimientos en Cataluña, multiplicando así por 15 las muertes provocadas por accidentes de tráfico. De ahí la importancia de que los desfibriladores portátiles estén situados en lugares accesibles y próximos a los ciudadanos. A tal efecto, Barcelona Salut y el Ministerio del Interior suscribieron un acuerdo en 2015 para convertir las comisarías y cuarteles de toda España en lugares cardioprotegidos.
Títulos acreditativos con validez internacional
La firma del convenio coincide con la finalización del curso en Soporte Vital Básico con Desfibrilador Externo Automatizado (DEA) que la Fundación Barcelona Salut ha ofrecido a 100 guardias civiles de las cuatro provincias catalanas durante los dos últimos meses. Se trata de la 2ª Promoción del grueso de 500 agentes que recibirán formación a lo largo de 2019. Otros cien guardias civiles, que integran la 1ª Promoción, ya realizaron la formación el año pasado.
Una vez superado el curso, los agentes obtienen un título acreditativo con validez internacional, expedido por la European Resuscitation Council y por el Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar. Además de recibir clases, en el curso se imparte formación sobre la secuencia de pasos a dar para salvar una vida. Estos pasos, conocidos como los eslabones de la “Cadena de la supervivencia”, son vitales para la resucitación de una persona que sufre un episodio cardíaco.
Integrada por prestigiosos médicos, científicos e investigadores, la Fundación Barcelona Salut -institución privada sin ánimo de lucro que tiene por objetivo mejorar la educación y la prevención en el ámbito de la salud- puso en marcha en el año 2015 el proyecto científico “Cataluña, territorio cardioprotegido”, en el que participan el Gobierno de España, la Generalitat, las administraciones locales, los servicios de emergencias médicas y colectivos profesionales, entre los que destaca el sector farmacéutico.