Por Ángeles Florez, jefa del servicio de Dermatología del Complejo Hospitalario de Pontevedra y miembro de Barcelona Salut Fundació.
Cuando entramos en mayo y, pese a las medidas de confinamiento que se van suavizando, aun con la incógnita de si podremos pisar la playa este verano, conviene recordar unas pautas saludables para la toma de sol, sea en la terraza de la casa, en un paseo de descofinamiento o en cualquier circunstancia en que nos encontremos con el sol.
A lo largo de las últimas décadas se han puesto en marcha muchas iniciativas encaminadas a educar a la población en una exposición solar saludable poniendo el foco en evitar la quemadura solar. Este es un tema muy relevante con implicaciones en salud pública. La radiación ultravioleta es un carcinógeno reconocido y factor de riesgo principal para el cáncer cutáneo, neoplasia muy incidente y prevalente en las poblaciones de piel blanca. Pero, ¿puede el uso de fotoprotectores impactar negativamente en los niveles de vitamina D activa necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo humano?
La vía principal para la formación de vitamina D activa se inicia en la piel y es dependiente de UVB (radiación ultravioleta B). El evento inicial del proceso es la isomerización del cromóforo epidérmico (una molécula que absorbe la UVB) 7-dehidrocolesterol en pre-vitamina D3, que se convierte térmicamente en colecalciferol (vitamina D3). La vitamina D también puede ser obtenida mediante suplementación oral y a partir de ciertos alimentos, fundamentalmente de origen animal, como pescados grasos. Sin embargo, el aporte que proporciona la dieta es bajo.
Con la intención de abordar este tema de forma rigurosa Passeron T, Bouillon R, Callender V y colaboradores, han publicado recientemente en el British Journal of Dermatology un artículo de revisión que merece la pena ser difundido:
Sunscreen photoprotection and vitamin D status.
Passeron T, Bouillon R, Callender V, Cestari T, Diepgen TL, Green AC, van der Pols JC, Bernard BA, Ly F, Bernerd F, Marrot L, Nielsen M, Verschoore M, Jablonski NG, Young AR.
Br J Dermatol. 2019 Nov;181(5):916-931. doi: 10.1111/bjd.17992. Epub 2019 Jul 15.PMID: 31069788. Review.
El objetivo es revisar la evidencia publicada para alcanzar un consenso sobre la influencia de los fotoprotectores solares en el estado de la vitamina D, considerando otros factores relevantes. Para ello un panel internacional de 13 expertos en endocrinología, dermatología, fotobiología, epidemiología y antropología biológica revisó la literatura y discutió la evidencia. Se examinaron los métodos de evaluación y los factores determinantes del estado de la vitamina D y las perspectivas de salud pública y se evaluaron las consecuencias de la exposición al sol y los efectos de la fotoprotección.
Los autores concluyen que el uso de protector solar para la fotoprotección diaria y recreativa en poblaciones sanas no compromete la síntesis de vitamina D, incluso cuando se aplica en condiciones óptimas. Es interesante destacar que la pre-vitamina D3 aumenta linealmente en función del tiempo de exposición a la radiación ultravioleta durante un período de unos 30 minutos y que se alcanzan niveles adecuados con exposiciones suberitema (antes de que la piel se enrojezca) en un área de superficie cutánea relativamente pequeña. Teniendo en cuenta qué durante la época estival en el área mediterránea, en las horas centrales del día, la quemadura solar puede ocurrir con menos de media hora de exposición directa a la luz solar, la recomendación es ¡exponerse siempre al sol de forma saludable!