La Fundació Barcelona Salut dirigirá este proyecto de salud pública con la AMB y SOS Taxi
Antes de fin de año Barcelona y su área metropolitana tendrán una flota de taxis cardioprotegidos, en una iniciativa pionera en Europa impulsada por la asociación SOS TAXI, el AMB y la Fundació Barcelona Salut, que dirigirá científicamente este proyecto. La prueba piloto se iniciará en un número de hasta 50 vehículos que tendrán instalado un desfibrilador de última generación. Previamente, los conductores de estos taxis habrán realizado un curso reglado de Soporte Vital Básico (SVB) y uso de desfibrilador portátil impartido por instructores del Consell Català de Ressuscitació (CCR) y de Barcelona Salut. Una vez completa esta fase inicial, la cardioprotección se extenderá a otros taxis que voluntariamente hayan querido adherirse a esta iniciativa de salud pública. Para Rosa Alarcón, concejal del Ajuntament de Barcelona y presidenta del Institut Metropolità del Taxi, “es muy importante que el entorno cardiosaludable alcance al taxi. Ello da confianza al usuario y al propio taxista. La muerte súbita, y lo sé por experiencia familiar, requiere atención inmediata y ello se podrá conseguir, también, con este proyecto”.
A esta iniciativa se ha sumado el Ayuntamiento de Madrid para poner en marcha este servicio de cardiotaxi simultáneamente con Barcelona, y ya en 2021 se incorporarán los taxis de otras capitales españolas tras la prueba piloto realizada en Barcelona y Madrid. Según el último estudio realizado sobre el taxi en Barcelona y su área metropolitana, que alcanza 36 municipios, el 56% de los usuarios son de sexo femenino, la duración media de la carrera se sitúa en 13,1 minutos/trayecto, y la principal franja de edad del usuario es la que está comprendida entre los 35 y los 50 años.
Este proyecto se enmarca en el estudio científico “Catalunya, territori cardioprotegit” que puso en marcha la Fundació Barcelona Salut en 2014 con la colaboración del Gobierno de España, Generalitat de Catalunya, ayuntamientos, SEM y diversos colectivos profesionales, como el de farmacéuticos, con el objetivo de reducir el número de muertes súbitas cardíacas que, en Cataluña, multiplica por 15 los fallecimientos por accidente de tráfico. La enfermedad cardiovascular sigue siendo la principal causa de muerte en España. En el pasado año, más de 120.000 personas fallecieron en España por alguna enfermedad cardiovascular, lo que supone una media de 230,5 fallecidos por cada 100.000 habitantes y con mayor mortalidad en las mujeres (53,6%).