A principios de marzo se ha completado la cardioprotección de los nuevos edificios administrativos de la Generalitat en la Zona Franca de Barcelona, mediante la instalación por parte de Fundació Barcelona Salut de modernos desfibriladores ubicados en el hall principal de los edificios, junto al control de acceso. Inaugurados en 2020, en plena pandemia, incluyen dos construcciones modernas, sobrias, con espacios diáfanos, gran amplitud y mucha luz natural donde se ubican 2.600 trabajadores públicos de varios departamentos. Se trata del primer campus administrativo del Govern.
El proyecto buscó ser un referente de sostenibilidad y marcar tendencia en el sector
El cambio para los trabajadores del Gobierno catalán es radical. Deja atrás la incomodidad de edificios modernistas residenciales reconvertidos en oficinas, como la sede de Economia, para pasar a un emplazamiento ideado para adaptarse a las nuevas formas de trabajar. “Los espacios individuales siguen estando, pero forman parte de plantas más abiertas donde también hay lugares que propician la colaboración, espacios para la innovación y la formación”, destaca Albert Castellanos, secretario general de Economia. Además de Vicepresidència y Economia, en el nuevo campus están los departamentos de Justícia y el de Polítiques Digitals i Administració Pública. También hay organismos de la Consellería d’Empresa como la Agència Catalana de Consum y el Institut Català d’Energia (ICAEN).
Todos ellos estaban repartidos en 17 inmuebles diferentes, principalmente en el Eixample. Desde hace unos meses se concentran en los dos nuevos edificios de más de 46.000 m2 unidos mediante una planta baja de servicios comunes en la que se ubicará una oficina de atención ciudadana. El complejo, situado entre el paseo de la Zona Franca y la entrada norte del recinto ferial de Gran Vía, cuenta también con un restaurante y una sala de actos polivalente.
El inmueble ha sido el primero de su tamaño en obtener el mayor certificado de bienestar
Entre los dos edificios administrativos hay la amplitud equivalente al paseo de Gràcia pero en lugar de asfalto se ha llenado de verde en un jardín central de casi 3.000 m2de acceso exclusivo para los trabajadores. Ese espacio copado por la vegetación es la joya de la corona de un edificio promovido por Axa y diseñado por Batlle i Roig Arquitectes. La fachada tiene una doble piel que actúa de protección solar, las ventanas permiten la ventilación natural, la energía eléctrica es generada por paneles fotovoltaicos… La sostenibilidad ha sido un elemento tenido muy en cuenta, pero también se ha tratado de ir más allá incorporando otro elemento en boga: el bienestar laboral.
Al acto de entrega de estos desfibriladores estuvo asistieron por parte de la Generalitat Àngel Cortadellees, gerent de Serveis Comuns de la Vicepresidència de la Generalitat i Alfred García Puig, cap del Servei a las Persones i Organització Documental del mismo Departamento. Por parte de Barcelona Salud, la Dra. María Colomé miembro del Patronato de nuestra entidad.