Los hechos ocurrieron el pasado 28 de junio, cuando la niña que se encontraba en el interior de la piscina, se había ahogado, desconociendo las causas. El socorrista con una rápida intervención, saco a la niña de la piscina, el taxista que estaba cerca, viendo la situación se lanzó a colaborar, mediante un desfibrilador en el taxi cedido por la Fundació Barcelona Salut en el marco del proyecto “Taxi cardioprotegit”. Procedieron a tumbar a la niña en el suelo para realizarle un examen más detallado, comprobando que la niña no tenía pulso, comenzaron a realizar la maniobra de RCP y la respiración boca a boca y aplicando el desfibrilador.
El proyecto «TAXI CARDIOPROTEGIT», demuestra la necesidad de formar a las personas, para dar respuesta a ciertas situaciones de las que podemos ser testigos. El 22 de junio el taxista fue formado en un taller de Barcelona Salut y pudo ayudar a recuperar a una niña de cuatro años, un acierto que se demuestra que no solo se han formado taxistas, sino personas. La niña fue trasladada a un centro médico recuperándose posteriormente.